Un retén y una junta son dos componentes mecánicos diferentes con diferentes funciones.
Un retén es un sello mecánico que se utiliza para evitar que los líquidos o gases escapen de una máquina o dispositivo. Por lo general, se coloca en un eje rotativo o en un pistón para evitar fugas de fluidos. El retén se compone de un labio flexible que entra en contacto con la superficie del eje o pistón y lo sella herméticamente.
Por otro lado, una junta es un componente utilizado para unir dos o más partes de una máquina o dispositivo. Por lo general, se coloca entre dos superficies planas para sellarlas y evitar fugas de fluidos o gases. Las juntas pueden ser de diferentes materiales, como caucho, vitón, goma.
En resumen, la principal diferencia entre un retén y una junta es que el retén es un sello mecánico utilizado para evitar fugas de fluidos o gases en un eje o pistón, mientras que la junta se utiliza para unir dos o más partes de una máquina o dispositivo y evitar fugas de fluidos o gases entre ellas.